lunes, 15 de mayo de 2023

Endeavour


Oxford, música, crimen, poesía, crucigramas y pintas de cerveza. Añádanle la época adecuada, esos lejanísimos años sesenta y comienzos de los setenta del siglo XX, agítese con el adecuado movimiento de muñeca et voilà! ¿Cómo podría resistirme precisamente yo? 

No he leído las novelas de Colin Dexter que inspiran una serie que recrea los primeros pasos del personaje pero, una vez más, agradezco el placer proporcionado por la ficción tanto como lamento el final que me priva de él. Así que me quedo saboreando el regusto amargo y placentero, y en verdad no sé si es más lo uno o lo otro, que me deja el mundo imaginario en el que, ya sea por costumbre o necesidad, me sumerjo durante un tiempo sabiendo que habré de dejarlo atrás, inevitablemente, una vez encuentre el que lo sustituya. 

Cómo temo y me gustan al mismo tiempo los finales.





miércoles, 16 de noviembre de 2016

Pasatiempos

Encuentren una sola diferencia.
(A fin de realizar el experimento en las mejores condiciones, se aconseja pestañear varias veces para acomodar el ojo al resplandor de las imágenes).

Salón del Kremlin



Residencia de Donald Trump en Trump Tower




sábado, 12 de noviembre de 2016

The Night Of

Las conclusiones. Ese momento del proceso judicial en el que, si el asunto pinta mal a pesar de nuestra íntima y firme convicción de que no debiera ser así, de que lo justo se ha vuelto improbable, nos impone una responsabilidad indeclinable pero desesperada, estresante.

No es solo cinematográfico: por experiencia sé que sucede con cierta frecuencia. Me refiero al momento en el que no se trata de engañar, sino de suplicar rectitud y comprensión. Razón y empatía de nuevo.





The Night Of es una serie de la HBO, basada en la británica Criminal Justice. Drama judicial/carcelario de regusto en paladar, de los que me dejan mascando.





martes, 1 de diciembre de 2015

The Leftlovers. (What?)


WTF



El precio de la libertad casi suprema con que se mueve un escritor en un relato surrealista es la desorientación de su criatura.

sábado, 31 de octubre de 2015

The Leftlovers. (Who's your friend?)


No presto atención a la artesanía, salvo a la necesaria para construir buenas historias pieza a pieza. Disfrutar de The Leftlovers es para mí lo que para otros sería contemplar delicadasíma porcelana primorosamente decorada.

Suelo interesarme por los humanos que hay detrás de lo que me gusta y de lo que no. Tengo curiosidad por verlos de cerca. Por eso me divierte tener la impresión de que los guionistas de una serie que me cautiva se muestran en la pantalla en forma de fantasmagórico personaje de la historia, interpelando y atormentando a su propia criatura.





domingo, 13 de abril de 2014

Ciclos

A veces, ingenuamente, me rebelo. Me digo que no hay razón para acomodarse al ciclo, que a ver por qué el viernes me ha de gustar siempre y el domingo, nunca. Inútil protesta. Estoy irremediablemente sometido a ciclos de toda ralea, sean astronómicos, biológicos, profesionales, escolares, vacacionales, diarios, semanales, mensuales, anuales o lo que sea. Un carrusel del que suelo quererme bajar y me es imposible porque siempre está en marcha. Es quedarse en él o matarse, o casi.

Luego están los ciclos electorales y las campañas recurrentes. Regresan las elecciones al Parlamento Europeo y, como siempre y con la misma puntualidad de la convocatoria, me dispongo a apagar los noticiarios de la radio hasta que se celebren, ahorrándome la insufrible campaña y sus preliminares.

Manifestar mi hastío es también aburridamente cíclico.

En el disfrute de la música, sin embargo, no observo ciclos, no hasta ahora, solo el paulatino descubrimiento de lo que para mi supina ignorancia musical son novedades. 

Ya puestos a hablar de unión europea y de melancolía, no se me ocurre nada mejor.


miércoles, 15 de enero de 2014

Escucha compulsiva (2)

Solo la música me puede llevar a otro lugar sin moverme. Es la música de fondo la que me sobrecoge ante una historia. Sin ella, la misma historia es solo teatro: puede atraerme y sorprenderme pero no me disuelve, que es lo que deseo.



"Opening". "Glassworks" de Philip Glass (1982)

Minimalista y repetitivo. Ideal para los que somos obsesivos en busca de hipnóticos. 
Leer una buena historia sumergido en esta música la vuelve mejor historia. Los personajes pueden cobrar vida y el lector, desvanecerse. ´
Y eso es, sí, exactamente lo que deseo.

lunes, 6 de enero de 2014

Escucha compulsiva (1)

Me ocurre desde que la música es tan asombrosamente accesible: tropiezo con una pieza de modo casual, incluso rocambolesco, me cautiva, tal vez la oí antes o solo lo parece, puede que me haga recordar algo que sucedió o vi, o no y es simplemente placentera y tengo que escucharla de nuevo, otra vez, otra y otra y otra, y al día siguiente debo buscar el momento para escucharla de nuevo, y otra vez, y así algunos días, más bien pocos, hasta que se desvanece y prácticamente la olvido y no recuerdo su nombre, su autor o cómo llegué hasta ella. 



Come in! - Vladimir Martynov

Seguiré tropezando.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Historias

Nuestra conciencia nos impone (o eso creo) la responsabilidad de superar esa parte de la naturaleza humana que nos lleva por el camino equivocado, como la que contiene sesgos que nos confunden o la que nos apresura a alcanzar conclusiones, respuestas y explicaciones tan simples como equivocadas.

El mundo no tiene propiamente sentido y nuestra naturaleza nos ayuda a sobrellevarlo a través del gusto por las buenas historias: tramas con sentido y final esperanzador o al menos consecuente. Nuestra naturaleza nos engaña hábilmente y en ese engaño radica el éxito de fenómenos culturales capaces de elaborar buenas historias por muy falsas que sean, como es el caso de la religión o el nacionalismo.

Life of Pi es una historia sobre la necesidad humana de historias. Fantástica, en todos los sentidos.