miércoles, 5 de diciembre de 2012

Historias

Nuestra conciencia nos impone (o eso creo) la responsabilidad de superar esa parte de la naturaleza humana que nos lleva por el camino equivocado, como la que contiene sesgos que nos confunden o la que nos apresura a alcanzar conclusiones, respuestas y explicaciones tan simples como equivocadas.

El mundo no tiene propiamente sentido y nuestra naturaleza nos ayuda a sobrellevarlo a través del gusto por las buenas historias: tramas con sentido y final esperanzador o al menos consecuente. Nuestra naturaleza nos engaña hábilmente y en ese engaño radica el éxito de fenómenos culturales capaces de elaborar buenas historias por muy falsas que sean, como es el caso de la religión o el nacionalismo.

Life of Pi es una historia sobre la necesidad humana de historias. Fantástica, en todos los sentidos.