viernes, 1 de abril de 2011

Black is black

No sé si me estoy haciendo viejo o es que la angustia siempre me sentó rematadamente mal y ahora solo un poco peor. "Black Swan" ("Cisne negro") es una de esas películas que me incomodan: aprecio el valor de la historia tanto como soy incapaz de disfrutarla.



El mal cuerpo necesita un reconstituyente. Debo ponerme manos a la obra.





Aunque solo sea para descubrir que tras la bella y roja Dora hay una violinista de negro con aspecto de querer lanzarle el arco a la pianista. A la cabeza. "Black Violinist".

Qué se le va a hacer. Las películas que me incomodan, como las que me encandilan, me persiguen durante unos días. Ay Señor, que pasen pronto.

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