viernes, 16 de marzo de 2012

Los idus de marzo. (Cualesquiera).

La intriga se sostiene con excelente ritmo y me habría gustado ver la obra de teatro en que está basada.

Habla de cómo el idealismo y la mezquindad combinan tan fácilmente, y de la fragilidad de la lealtad, que es la misma fragilidad de cualquier otra virtud.

Creo que es un error verla como una historia sobre la ambición política y las retorcidas prioridades que suele imponer. Me pareció más bien un entretenido cuento sobre humanos. Cualesquiera.


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